Más allá del estilo, la potencia o el consumo, hay otros factores que considerar al comprar uno de estos vehículos; de hecho, pueden marcar la diferencia entre una elección redonda y un “lástima que…”
Asumiendo que ya tienes claro la cilindrada de tu futuro nuevo scooter vamos a ir un poco más allá y centrarnos en algunos detalles que pueden acabar de inclinar la balanza hacia un lado u otro.
El criterio ha de ser siempre la funcionalidad; se ha de pensar en el scooter como el vehículo que debe llevarnos cada día a trabajar o a la facultad o a resolver las diversas obligaciones familiares.
En realidad, no importa lo más o menos rápido que sea o lo más o menos “cool” que resulte; su principal requisito es ser práctico. Y si algo en el modelo en cuestión no resulta tan práctico como querríamos, entonces mejor elegir otro modelo que sí lo sea, ya que -pasadas las primeras semanas “de ilusión” con la nueva montura- al final lo que prevalecerá serán justamente los detalles de funcionalidad.